El hígado, es el órgano que se encarga de eliminar los desechos metabólicos y toxinas. También oxigena y nutre la sangre y como consecuencia las células y el resto de órganos. Cuando entramos en primavera, la cantidad de sangre aumenta, la energía vital sube, el metabolismo se activa, tenemos la libido más alta y nos sentimos con más entusiasmo hacia la vida.

Cuando el hígado está sano, estamos más positivos, entusiastas y vitales. Pero, al contrario, cuando el hígado no está saludable, tenemos un envejecimiento prematuro, impaciencia y dolores articulares, dudas, celulitis y agresividad.

Para mantener la lozanía y juventud deberíamos nutrir el hígado con alimentos que le aporten frescura y ligereza, especialmente en primavera. Entre los alimentos adecuados estarían la cebada, como el cereal estrella por su poder depurativo, verdura verde para aportar clorofila, vitaminas y minerales. Germinados, para aportar vitaminas y antioxidantes. Frutas como la ciruela, mandarina y la manzana por el ácido málico, que ayuda a la limpieza hepática. Legumbres como las lentejas y judías.

Si queremos conservar la juventud, tener buenos niveles de colágeno, estar flexibles, conservar el brillo en la mirada, la luminosidad de la piel, la fortaleza del cabello, el cuerpo tonificado, el buen amor y pasión, tenemos que cuidar el hígado a través de la dieta y un estilo de vida con movimiento y serenidad.